jueves, 25 de junio de 2009

EL CONGRESO: ¿Mal Necesario?

Hace unos dias recibí un e-mail sobre los congresistas de la república en nuestro país que voy a compartir con ustedes. Al recibirlo, me hizo recordar que desde que somos república y en los pocos gobiernos democráticos que hemos tenido donde antes contabamos con diputados y senadores, ahora con un solo congreso (ahora y en algunas otras ocasiones) e investigando por aqui y por allá, encontré que siempre existió una variopinta representatividad de nuestra idiosincracia, vale decir que escándalos, shows dignos de las carpas mas suburbanas existieron siempre, (tema aparte por ser la de mayor peso merece la corrupción siempre imperante). ¿Acaso siempre tenemos que arrepentirnos de nuestros "padres y madres de la patria"? ¿es responsabilidad nuestra el cambio de personalidad de nuestro bien ponderado candidato?, ¿existe acaso un umbral mágico en la puerta del congreso que transforma valores y ética??
Claro que no, particularmente pienso que los congresistas SI nos representan dignamente, representan nuestra personalidad, nuestra ética, nosotros les dimos la autorización para hacer lo que hacen, nos reflejamos en ellos, el tema es que como sociedad aún no aprendemos a crecer, no crecemos como individuos y ello nos lleva a no crecer como sociedad, a no saber elegir a quienes van a recibir facultades de representación y decisión. No basta con elegir al vecino que gritó mas fuerte en la última protesta, al deportista o artista de mayor impacto o al lider naciente de un partido político formado en la carrera oportunista (no quiero desmerecer ni menospreciar a grandes representantes de nuestra sociedad que saben mantenerse con dignidad en un área determinada) El tema pasa por la preparación que nuestro representante al congreso pueda tener respecto a legislación, ética y moral, administración pública, etc. etc. (no basta con seleccionar asesores internos o externos que muchas veces fungen del ministro emisario del emperador que esperaba su traje mágico como en el cuento de Hans Christian Andersen). Si nuestros congresistas nos representan dignamente, entonces... ¿que tipo de representantes queremos???, eligamos mejor el espejo que nos refleja y preparemonos para que el reflejo que veamos nos agrade y sobre todo que sea real.
Ahi les va el correo prometido... espero sus comentarios

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Un joven está paseando por una plaza de un pueblo de nuestras serranías y decide tomar un descanso.
Se sienta en una banca,,,, al lado hay un señor de más edad y naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los congresistas y similares.

El señor le dice al joven:

"¿Sabe? LOS CONGRESISTAS SON COMO UNA TORTUGA EN UN POSTE."

Después de un breve lapso, el joven responde:
"No comprendo bien la analogía... ¿Qué significa eso, señor?"
Entonces, el señor le explica:
"Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alumbrado haciendo equilibrio ¿Qué se te ocurre?"
Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación:

"Primero: No entenderás cómo llegó ahí.
Segundo: No podrás creer que esté ahí.
Tercero: Sabrás que no pudo haber subido allí solito.
Cuarto: Estarás seguro que no debería estar allí.
Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras este allí.
Entonces lo único sensato seria ayudarla a bajar."

EN LAS PROXIMAS ELECCIONES DEL 2010, HAGAMOS UN BIEN, TRATEMOS QUE NINGÚN ANIMAL SUBA AL POSTE.

domingo, 14 de junio de 2009

El Puente de Chilina

Mucho se esta discutiendo sobre las ventajas y desventajas de la construcción del Puente Chilina a la ribera del rio Chili en la ciudad de Arequipa, particularmente pienso que el hombre ha sacrificado mucho el equilibrio entre naturaleza y progreso por proyectos errados o con intereses economicos y politicos nada santos. Las consecuencias de decisiones de esta índole nos están pasando la factura ahora. Será motivo de un análisis mas claro en unos días (me tomo demasiado tiempo pensando y analizando). Un amigo mio, residente ahora en Estados Unidos, me envió un correo que quisiera compartir con ustedes ya que con seguridad imprime una parte de nosotros en su aventura.. Neil, gracias por tu correo.


Hola como están, espero bien,

Los días pasados estuve leyendo los diarios de Arequipa y me he topado ya varias veces con historias sobre el controvertido Proyecto "Puente Chilina"; justo hoy, con un editorial por Rubén Collazos Romero del Diario Correo titulado "La carreta delante de los caballos".

La noticia me llamó la atención ya que es aquel lugar donde pasé, junto a mis amigos del barrio, innumerables aventuras en la época de los '80 durante la vida escolar cuando íbamos a pasar el día al "Ojo de la Tortuga" al margen derecho, aguas arriba; ó a pescar truchas en unos parajes secretos de la juventud; y quizás la mas osada aventura que tuvimos en un viaje tipo "Indiana Jones" de dos días hacia el lugar llamado "la Pajcha", a las alturas de ...?; bueno, ¡no sabíamos a que alturas, ni si estaba al margen izquierdo o derecho!, pero ya les contaré que es lo que pasó.

Si es buen lector, prosiga, si no ó si se aburre, me despido ahora, con muchos abrazos,

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Quizás más de uno de ustedes haya oído hablar del "Ojo de la Tortuga". El lugar mas conocido es una pozita de agua cristalina no muy lejos de la casa de retiro de Chilina, margen izquierdo, aguas arriba. En e stas pozas, el agua emerge del subsuelo y uno se puede refrescar; incluso, niños pueden chapotear sin riesgo. Para nosotros, un grupo de casi 18 muchachos del barrio Obando, la pozita no se veía con el "riesgo" requerido para igualar los niveles de adrenalina en nuestros cuerpos; el día anterior al viaje, nos habíamos formado una imagen del lugar y la pozita no pudo satisfacer nuestras expectativas; así que mochila en la espalda y energía; seguimos aguas arriba con la esperanza de encontrar el "Verdadero Ojo de la Tortuga".

Como a una hora de camino; no topamos con un lugar muy tranquilo; había bastantes árboles y entre ellos divisamos una roca grandísima que cobijaba una inmensa poza de agua; la roca se asimilaba a la Cabeza de una Tortuga; así, que bautizamos aquel lugar como "El Ojo de la Tortuga".

Muy cansados y con el sol encima; tiramos unas sogas a uno de los árboles y agarrado de ellas, desde aquella roca nos dejábamos caer en trayectoria pendular hasta alcanzar el "climax" ó punto elevado máximo que las leyes de gravedad permiten y en aquel instante de segundo, donde parecía que el mundo se paralizaba por un momento, soltarnos de la soga para caer con la mayor fuerza y energía posible a las aguas, seguir nuestra trayectoria dentro del pozo, alcanzar nuevamente el segundo "climax" ó punto profundo máximo que las "Fuerzas de Flotació n y el Principio de Arquímedes" permiten, y salir de las aguas "heladísimas", de nuevo a la vida, a manera de haber vuelto a ser nacido; gritando "Ahhhhhhhhhh... mis huevos ... mis huevos"; y ver a los amigos reírse en las orillas; tratar de nadar, aunque el cuerpo congelado no responda, y terminar varados en la orilla en una playa de pasto verde.

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Otro lugar en Chilina, fue aquel que descubrimos en unas "chacras" casi abandonadas, frente a la gruta de la Virgen de Chapi; al margen derecho, aguas arriba, a unas dos horas de camino desde la casa de retiro de Chilina. A este lugar íbamos a pescar truchas. Mi papá Alejandro, que en paz descanse, me dejo en herencia su caña de pescar así como un montón de dinero en el Banco; de los dos, el que más disfruté fue "la caña de Pescar"; el dinero se esfumó durante la inflación de 1000% durante el Gobierno de Alan García en los '80.

Aquel recuerdo paternal me hacia reflexionar sobre la necesidad de soñar en la vida.

A este lugar; fuimos varias veces; el día más recordado fue cuando nos hicimos amigos de un niño del lugar; fue él quien nos enseñó a pescar en el río: a re-buscar las lombrices debajo de las "chambas", a insertar la lombriz en el anzuelo, buscar un recodo en el río, tirar el anzuelo y esperar ...

Aquel día, con la caña en las manos; algo jalaba dentro de las aguas; no sabia que pasaba; pero el niño me arrebató la caña y de una manera violenta, pero controlada, jaló de ella ... al final del cordel ... estaba aquella trucha, retorciéndose y luchando encima de las aguas por volver a su mundo ... a unos cuantos metros, los muchachos ya tenían el sartén caliente preparando hamburguesas y papitas fritas para el almuerzo.

La trucha era grandísima; ni bien la sacamos del agua; corrimos hacia el campamento gritando ... "Trucha, Trucha" ... en medio del fulgor y con la resbalosa y movediza trucha en mis manos todos se acercaron a ver aquella criatura de Dios, bella y delicada, color blanco-gras con "pecas" rojizas y amarillas en el lomo.

No había que esperar mucho, en una tablita, cerca a rió empecé aquel ritual, quitarle la vida a aquella criatura lo que en esos tiempos, para nosotros, solo significaba mas comida. La carne era rosada y la preparamos en un "Saltado con Arroz con papitas fritas y ensalada de cebolla y tomate".

Empezamos el "piqueo" y en un "abrir y cerrar de ojos" la Trucha se esfumó, solo quedaban papitas, ensalada y arroz.

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Otra aventura en el Valle de Chilina, quizás la más interesante, de toda mi vida, sucedió rumbo a un lugar que encontré leyendo unas revistas de Turismo que mi papá Alejandro nos dejo.

Antes de pasar a mejor vida; mi padre tuvo una empresa de Turismo llamada "Tour Andino"; quizás la primera empresa de Turismo de Aventura en Arequipa. Armado con Cinco (5) camionetas Land Rover y con la ayuda de mi hermano Harold, el señor Zarate y su hijo Miguel (Miky) llevaban Turistas Americanos a lugares como Sumbay, El Colca, El Valle de los Volcanes, Ascensos al Misti y al Chachani, la Laguna de Salinas, etc, etc, etc.

Algo gracioso que mi hermano Harold cuenta a menudo es cuando después de un arduo viaje al área del Colca en el Valle de los Volcanes, saliendo por Majes, paraban en un restaurante donde preparaban comidas a base de camarón; mi hermano cuenta que los "Gringos" pedían camarón frito, de aquellos grandotes de tiempos pasados, y que solo comían las colitas mas no el cuerpo; mi hermano y sus ayudantes; Comían lo suyo, es decir el camarón entero y al final todos los cuerpos sobrantes que los "gringos" dejaban. Estoy casi 14 años viviendo en EEUU y ahora entiendo; ya que aquí, los Americanos tienen la Langosta, un crustáceo de Mar similar al camarón pero 5 veces más grande; y bueno, lo único comestible de la Langosta es la colita, ya que el cuerpo es re-contra duro; para comerlo hay que tener "buen diente".

Y bueno, volviendo a las revistas de Turismo de Papá: En estas revistas, yo y mi amigo Alberto, le mos sobre este lugar llamado "La Pajcha"; la descripción era:

Catarata: 100 metros de alto
Ubicación: Río Chili
Ubicación: A la altura de Charcani V
Ubicación: Entre el Misti y el Chachani

Nos entusiasmamos muchísimo; así que por dos semanas, preparamos un viaje de tres (3) días. Tratamos de convencer a varios de los amigos y al final fuimos Cinco amigos los que nos enlistamos:

Alberto Rodríguez (pajarito)
Eddie Montesinos (tota)
Sandro Cáceres (zapatón)
Luis Tejada (cuto) ... y Yo,
Miguel Salazar (drogo)

Aquella madrugada, mi hermano Nacho nos llevo en el "coyote" (auto de la familia) hasta el circulo Militar de Chilina; Después de unas fotos, salimos, hacia nuestro destino. Calculábamos una caminata de un día; pensábamos, en caminar por la margen derecho del río, subir hasta la altura de "Los Arbolitos" del Misti y de allí, bajar por la quebrada hacia Charcani V ... Oh yeah .. hacia la "Paccha".

Ya nos alucinábamos al pie de la catarata, tirandonos un baño en aquellas aguas frías y quizás degustar por segunda vez de una Trucha de aquellos "lares".

Caminamos por 2 horas y el valle de Chilina encontró su fin; otras dos horas y escalamos el Cañón hacia las faldas del Misti, hacia "Los Arbolitos".

Ya eran como las Doce del día; y de repente, detrás de un=2 0cerro, divisamos una caseta militar; un hombre armado con un Fusil, salió al encuentro y no hizo un gesto con la mano para que nos detuviéramos; se acercó y preguntó que hacíamos en el lugar; que era zona restringida; después de una corta explicación de nuestro Viaje; nos dejo pasar y nos dijo estas palabras:

"Charcani V esta re-contra lejos, a dos días de camino"

No lo podíamos creer, quizás la lectura de la revista, la descripción y las fotos nos dejaron un sabor erróneo sobre la magnitud del viaje. Así que hicimos nuestros cálculos:

Camino de ida: 2 1/2 días
Estadía: 2 días
Regreso: 3 días (esto asumiendo que el cuerpo esta relajadísimo después del baño al pie de la catarata)
________________________
TOTAL: 7 dias y medio; casi una semana.

Que contratiempo, solo teníamos comida y permiso para tres días; y la mamá de Sandro Cáceres, casi con lágrimas en los ojos, nos encomendó a su hijo, para que lo cuidáramos y lo traigamos sano y salvo.

En estos términos; el grupo se dividió. No trazamos una línea en la arena, como Pizarro y Almagro, pero si tuvimos una conversación acalorada por los ánimos, pero también por el sol del día. Al término de la larga discusión, en aquel cerro descampado, sen tados en piedras de "Sillar" al borde del Cañón y mirando el río allí abajo, re-ajustamos nuestros planes y decidimos no continuar y regresar al Valle de Chilina, a nuestro lugarcito de siempre, aquel lugar donde pescamos la primera Trucha.

Allí, levantamos la carpa, hicimos la cena, degustamos de un Pisco con Coca Cola y nos preparamos para ir a dormir al son de alguna historia que se le ocurriría a alguien.

Todo salió bien hasta las Doce de la Noche.

En medio del entre sueño; Eddie, abruptamente, se levanta dentro de la carpa gritando:

"hay alguien afuera"; en un "dos por tres" gateando sobre nuestros cuerpos, abre las puertas y sale afuera; nosotros lo seguimos.

Eddie sigue gritando "he visto alguien en la fogata" y mira hacia todos lados. Sus acciones nos pone nerviosos y en una lucha con la oscuridad tratamos de ver lo invisible ... "nada"!!; entonces, empezamos a reírnos y decirle a Eddie: "Has visto la sombra del árbol" ... "Por Diosito que he visto a alguien", vuelve a repetir él; pero a final lo convencimos que no era así.

Volvimos dentro de la carpa; Eddie estaba un poco nervioso, Sandro, el menor, aún más; yo estaba pensativo; pero no me preocupaba, igual Alberto, Luis, estaba entre "Pisco y Nazca" re-contra "huasca".

Alberto y Yo siempre fuimos así, "entre mas peligro mejor".

Bueno, pasaron=2 0los minutos y nuevamente, Eddie, esta vez, gritando aún mas, y completamente descontrolado, gateando en forma veloz, nuevamente sobre nuestros cuerpos, sale de la carpa y empieza a gritar al vacío:

"Conche tu Madre, sal pe' carajo, te vamos a matar".

A estas alturas, estoy completamente asustado; igual Alberto, Luis y en especial Sandro. Agarro el cuchillo de Cocina de la mamá, igual Alberto; Luis, desenvaina su "Machete", y Sandro esta casi llorando en la oscuridad.

Pronuncio en voz alta: "Alberto saca la pistola" ... no la tenemos, pero quizás, quien sea que esta detrás de aquellos árboles pueda escuchar y pensarlo dos veces antes de hacer algo.

Vociferamos palabras gruesas a la oscuridad, detrás nuestro el río vocifera silenciosamente su paso en medio de piedras, y sobre nosotros, la Luna llena se alista a ser testigo de nuestros apuros.

A voz de todos, alzamos piedras del río y con mucha fuerza y nerviosismo las lanzamos hacia aquel desconocido personaje que con tanta osadía se ha acercado a nuestro campamento. Pensamos ... somos Cinco, parece que hay ventaja!.

Todo se tranquiliza, silencio absoluto, y repentinamente, escuchamos, el impacto de piedras en las rocas del río.
Como para no creer, pensamos que debe ser el sonido del agua; en eso, Luis dice: "no hagan bulla, escuchen, escuchen" ... y nuevamente sentimos las piedra s pasando sobre nuestras cabezas impactando las rocas del río.

Hacemos la "alharaca" más efusiva de nuestras vidas: "¡saca la metralleta!", "¡Matemos a este h--- de p---!"; "¡cuto, pásame el machete!".

Es real, hay alguien allí en la oscuridad; son la Doce de la Noche, Sandro se pone a llorar, todos estamos nerviosos; discutimos brevemente; yo les expuse: "es mas seguro quedarnos aquí al pie de la fogata, juntos, en lugar de caminar en medio de la oscuridad por el bosque y los senderos angostos al lado del río.

Al final, la democracia triunfa y por voto popular decidimos volver a la ciudad.

Empacamos lo más rápido que pudimos; no teníamos linternas para caminar en la noche.

Luis y Eddie se las ingenian y envuelven una media de lana en un palo y lo embadurnan con "terokal", no sé que mierda hacían estos con un chisguete de terokal, pero milagrosamente, lo tenemos.
Prendemos la antorcha y empezamos la caminata en la oscuridad.

Algo particular del camino es un tramo de por lo menos 300 metros donde el camino es solo de 30 cm de ancho, a un lado esta la roca de sillar y al otro una caída de 3 o 4 metros hacia el r, esta el río.

Luego de un "Don, Marín de Do Pin Gue" que nunca hace falta decidimos quien iría atrás y quien adelante en la línea de c inco.

El de atrás llevaba el "machete", la única arma "seria" que teníamos; el de adelante llevaba la antorcha, y los del medio solo seguían; quizás rezaban para que no pase nada.

Nos turnábamos en estas tareas; nadie quería estar atrás; la vez que me toco a mí, tenía la sensación de que alguien vendría detrás de mí a acuchillarme o algo así; un sentimiento terrible.

No llegamos muy lejos en nuestros apuros de alejarnos de aquel lugar ...

En medio del bosque y la oscuridad sucedió lo inevitable ... caminábamos por aquel camino estrecho y Yo que estaba ahora en el medio del grupo pisé en falso y caí de bruces al río desde una altura de 3 ó 4 metros. Según mis compañeros, el único grito mío que pronuncié fue un ¡way! y empezó mi caída al río; en mi mente, todo sucedió en cámara lenta; yo tratando de recomponerme a medida que perdía el balance hacia el río. No tenia idea que me esperaba abajo, en un instante todo fue silencio, y en un segundo sentí un estremezón en todo el cuerpo, era el final de la caída, en un pequeño islote del río todo mi cuerpo cayo doblado encima de mi mochila y de nuevo todo fue calma; el rió detrás de mi cabeza seguía con su ruido contra las piedras como murmurando: "cha' que te salvaste", como esp erando quien los acompañaría en su trayecto. Lo único que veía, en este "knock out" perfecto que me brindo la naturaleza, era: arbol a la derecha, arbol a la izquierda, las siluetas de mis amigos allí arriba, y detrás la luna llena consumiendo su luz en la blanca roca de sillar de aquella inmensa pared natural.

Recupere el conocimiento; ... "Ney, Ney" gritaban mis amigos; me quede callado por un momento; quizás en venganza por que no escucharon mis consejos de quedarnos juntos en aquel lugar; ¡al final el accidentado era yo!.

Mis compañeros con preocupación sincera y alarmados por mí silencio se lanzaron a mi rescate; el primero en bajar fue Eddie que al bajar se quedo trenzado en las raíces de un árbol a mitad de bajada, su cuerpo violentamente rotó y se quedo colgado de un pie como Vampiro.

Siguieron los gritos, Eddie por un lado: ¡Hay mi pie ... mi pie!;

Los otros tres allí arriba gritaban, ¡se lo esta llevando el río!;

Al final rompí el silencio y les indique en voz alta ¡estoy bien, estoy bien!; me recompuse; todavía no sentía dolor alguno; me pare y trate de levantar a Eddie que estaba "patas arriba, colgado de las raíces del árbol; los demás bajaron cuidadosamente y entre todos lo levantamos en peso y lo "destrenzamos" a una.

El peligro pasó y nos vimos todos allA D abajo, en las orillas del río nuevamente. Era un islote de tierra que salía al rió, un poco angosto, pero en nuestro análisis, un lugar "estratégicamente" ubicado y escondido que ningún ser humano hubiera podido imaginarse o encontrarlo a esas horas de la noche. Así que convencí esta vez a todos para que pasemos la noche allí; tendimos la carpa como a manera de bolsa de dormir para cinco personas y uno al lado del otro nos "acurrucamos" para calentarnos y conseguir el sueño.

Toda la noche me la pasé con los ojos abiertos, dormí solo como media hora y lo único que conseguí fueron pesadillas sobre la caminata en el bosque.

Al día siguiente, despertamos, y con la protección del día, regresamos al campamento que dejamos por la noche. Todo estaba igual, gracias a Dios, encontré el tazón favorito de mi mamá que me lo robe el día anterior y algunas otras cosas que dejamos por el apuro de escapar de aquel ser que irrumpió nuestra paz.

Ya mas calmados, con el sol brillante y las aguas relajantes del río, preparamos un exquisito desayuno: "Huevo frito y sanguche de hamburguesa en pan de "tres puntas" y té.

Estas y muchas más marcaron mis memorias del Río Chili y el Valle de Chilina; memorias que no pensaba escribir tan extensivamente hoy ni nunca; pero dado el caso ... se dio.

Estas experienc ias hacen del Valle del Chilina, del Río Chili y de la Ciudad que me vio nacer algo único en mi vida y que espero nuestras generaciones también lo disfruten. He visitado muchos lugares pero nunca hallé tanta felicidad como la que tuve allí.

El puente de Chilina tan cuestionado; es uno de esos Proyectos que puede traer buenas cosas así como malas para nuestra ciudad.

La buena es que puede descongestionar él trafico y reducir la contaminación de humo que tanto nos agobia; pero viendo detalladamente, el problema fundamental son los taxis y las combis. Se construya o no el puente, los Taxis y las combis siempre van a estar en el centro de la ciudad. Un problema latente cuya solución se viene postergando.

Gracias a Dios, he tenido y tengo la oportunidad, de trabajar en proyectos de Construcción en los Estados Unidos; el más grande de ellos, una serie de túneles en la ciudad de Boston para re-emplazar una vía expresa elevada en la ciudad que se construyo en los años '50. El Proyecto total costo 17 billones de dólares; la razón: la Vía Expresa antigua que en un inicio ayudo a descongestionar el tráfico, terminó empobreciendo todas las áreas aledañas a la Vía, calles en total estado de abandono, delincuencia, suciedad, etc. En resumen un abandono total de áreas integras y la reducción de la calidad de vida de sus resid entes.

Al final los túneles se construyeron, la Vía Expresa elevada se ha demolido y en aquel lugar se han construido parques y alamedas de concreto.

El puente de Chilina, en mi opinión, quizás tenga la misma suerte que las vías elevadas en Boston; creará temporalmente un alivio vehicular de 10, 30, 50 Años?, pero a largo tiempo creara la "depreciación de propiedades en su recorrido y el surgimiento de "Zonas Rojas", abandono, empobrecimiento de barrios y zonas enteras y terminará depredando una buena porción del "hermoso Valle del Chilina".

Lo más alarmante para mí, es que quizás no tendremos el dinero para reparar los daños a la ciudad ($17 billones en Boston, USA).

Algo más agudo aún, nunca tendremos la oportunidad de re-construir o reparar el daño al Valle del Chilina, al menos que nos conformemos en un futuro con algunos jardines y alamedas de concreto en lugar de la Hermosa Campiña y Andenes que distinguen aquel lugar de nuestra ciudad.

El Valle de Chilina es nuestra herencia .

Si hay que construir el Puente de Chilina, que se haga dentro de la vía legal, con los estudios ambientales requeridos por ley y a la luz del día.

El daño al valle será irreparable; por eso, estimo que se hagan todos los estudios necesarios de impacto ambiental para asegurar el éxito de este Proyecto y la calidad d e vida de los Arequipeños.

Un saludo y abrazos,
Cuídense mucho,

Neil Miguel Salazar
Ingeniero Civil, CIP 87985
Magíster en Ingeniería Civil, USA
EI, Rhode Island, USA

"La carreta delante de los caballos" por Rubén Collazos Romero
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=5&txtSecci_parent=&txtSecci_id=22&txtNota_id=61429
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