martes, 31 de mayo de 2011

Peligrando la democracia

Las elecciones en segunda vuelta de este 5 de junio no cabe duda han puesto en tapete los peores conceptos democráticos de los peruanos, dado que han llevado (y traído) una suerte de ataques, insultos, agresiones físicas y verbales entre simpatizantes de ambos candidatos tanto en la calle como en las redes sociales, la prensa irresponsablemente hace lo mismo, y digo irresponsablemente en vista de que la función primordial y principista de un medio de comunicación es la información objetiva sin sesgos ni favoritismos, sean estos políticos, económicos o sociales, para tal caso y con la obligación que tienen de optar por una definición clara en ese aspecto, se encuentran las secciones editoriales y no las portadas.
El debate entre ambos aspirantes el día domingo no contribuyo en nada a despejar temores ni dudas entre los electores indecisos ya que se dedicaron a mostrar los mismos trapos sucios de la campaña y los mismos planes expuestos durante el mismo periodo. Es cierto que las nuevas "estratégias" de los asesores políticos últimamente dictan que en un debate deben existir puyazos y "destapes" que jaqueen al rival, lo vimos en el año 90 cuando Fujimori se mostró agresivo y acusador ante Mario Vargas Llosa, recientemente el debate por la alcaldía de Lima entre Susana Villarán y Lourdes Flores, el tema aleja, según mi punto de ver las cosas de lo que realmente significa debatir un programa democrático; es claro que nuestra clase política siempre esconde sus pulgas bajo el traje, no hay un político que no tenga su "chanchullo" como tampoco lo hay en los electores, es cierto también que no estamos eligiendo candidatos al cielo como diria Alvaro Vargas Llosa, pero es importante que nuestros líderes mantengan la postura elegante y diplomática de exponer sus ideas, revalorando las propuestas de su programa y sobre todo dignificando el arte de un proceso electoral que se encuentra mas cuestionado que efectivo.
Existe la idea derivada de este tipo de hacer política que lo moralmente correcto, la ética y la dignidad son palabras muy bien escritas y adornadas en el papel pero que no tienen valor alguna en la práctica, la capacidad de indignación solo está en algunos y cuando ponemos en balanza el bienestar económico junto a la dignidad como peruanos esta se inclina lamentablemente al primer lado, ¿es preferible entonces vivir con la cabeza gacha y el bolsillo con monedas?.
Me gustaría puedan leer el siguiente comentario del escritor peruano Jorge Eduardo Benavides publicado el día de hoy en el diario El País de España y quién suscribiera un pronunciamiento junto a otros notables escritores:


Yo como muchos otros nunca tuve como opción democrática la elección de Ollanta Humala como presidente, no era tampoco remotamente posible que el fujimorismo resultase con posibilidades presidenciales dada la decadencia moral y política que significó su decenio. Lo cierto es que el país los puso en donde está y democráticamente debemos respetarlo y evaluar dentro de las posibilidades dadas, ya es muy tarde para buscar responsables e increparles ahora cuando las cartas ya están sobre la mesa (será motivo de una próxima entrada). Particularmente considero que ninguno está aun en la capacidad de ser presidente ya que por un lado Humala necesitaría de más tiempo para demostrar su cambio sincero del autoritarismo a la democracia y de Fujimori una demostración real de un deslinde con el gobierno y políticas de su padre (algo que aun no hace en la práctica). Pero en fin, son las opciones que tenemos ahora y entre las cuales hay que elegir, yo claramente tengo decidido darle mi voto a Humala por una razón de dignidad, moralidad e indignación ante los crímenes cometidos y de los cuáles este grupo no se ha arrepentido no reconoce ni siquiera como errores, votar en blanco o viciado pienso que es darle la espalda a muchos compatriotas que han sufrido estos crímenes, y aun cuando no se hayan tratado de asesinatos, muchos de nosotros sufrimos políticas que recortaron nuestros derechos y entre ello el derecho a tener una prensa independiente, objetiva y digna que lamentablemente aún hoy no la tenemos salvo escasas excepciones. para terminar comparto con ustedes la idea de que con un Humala como presidente podremos -estando vigilantes y con la garantía de los profesionales que lo apoyan- defender mejor nuestra democracia que un posible retorno fujimontesinista que no haría sino mejorar sus estrategias y artimañas para no cometer los mismos errores que llevaron a su caída, lo que en la mafia equivale a guardar mejor sus espaldas, ojo que es más posible una dinastia fujimontesinista ahora que los hijos tienen edad de suceder al padre, la mafia está latente y viva, no cerremos los ojos ante una realidad que nos va a patear apenas pueda, ya lo hicieron antes, ya humillaron y vejaron la democracia y ahora pretendemos protegernos de ello acusando a Humala de ese riesgo y no recordando que ya lo hizo Fujimori.

1 comentario:

  1. Amor ya olvidate de la política y de todo lo demás que te trae de mal y no puedes cambiar, escribe un cuento, una historia obliganos a viajar por otros mundos maravillosos que necesitamos de vez en cuando visitar para olvidarnos de nuestra realidad y entretenernos con historias buenas, por favor?¿¿?¿? NO soy superficial solo un poco hiperactiva y me gusta leer y tal vez eso me hace ver en nuestra realidad política falsedades que no se van a poder cambiar, la pólitica es cochina y cualquiera que tenga el atrevimiento de acercarse siquiera va a terminar ensuciandose así que mejor ni siquiera lo miramos

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