sábado, 4 de junio de 2011

Al día siguiente...

Estuve pensando mucho si escribir este comentario antes o después de las elecciones cuando los resultados estén ya muy avanzados, pero he decidido que hacerlo antes me permite la ventaja de ser o parecer más plural (término que se escucha mucho en estos días). Bueno pues, el tema es el siguiente:
Calculo que recién el dia jueves o viernes de la próxima semana tendremos un resultado oficial sobre el próximo presidente que ha de gobernar por 5 años nuestro país (espero y deseo que sean sólo cinco años como ordena la ley). Éste próximo presidente se ha de enfrentar a un cercano 50% de oposición en el país y en el congreso, no la va a tener fácil y es obligación nuestra como ciudadanos y parte responsable del proceso y sus resultados el hacer que la gobernabilidad se dé sin contratiempos, desde el ciudadano más humilde hasta el más empoderado, desde nuestro frente de trabajo hasta la dirección de la más grande empresa. Durante mucho tiempo hemos sido simplemente ciudadanos dedicados a trabajar, decidir y educar en base a nuestro cercano interés, olvidando a nuestros vecinos, nuestra comunidad y país, creyendo que la responsabilidad es sólamente de las autoridades elegidas quejándonos de que no nos representan o fueron elegidos por los ignorantes.
La calidad de candidatos que tenemos o pretenden representarnos suelen no satisfacer las necesidades nuestras o sirven a interes nada claros y mucho menos santos, generalmente están promocionados por grupos con intereses muy particulares y con objetivos específicos que benefician unicamente a ellos. Felizmente tenemos aun líderes en las canteras más insospechadas que nos dan lecciones de convivencia en democracia con inclusión y crecimiento, líderes que demuestran en la cotidianeidad de sus vidas ser consecuentes con sus ideales pero lamentablemente no asumen un liderazgo político en vista de que ésta es demoledora, insana, egoísta, injusta y difamatoria, ésta campaña desnudó las prácticas más sucias para lograr un cometido. ¿debe la práctica de la política ser asi?, ¿estamos condenados a soportar cada campaña la basura expandida por doquier? particularmente (y estoy seguro que millones de personas más) nos sentimos asqueados por como se han llevado las campañas en el país, sobretodo los últimos 30 años de retorno a la democracia, cierto, somos muy inmaduros democráticamente como para brindarle su adecuado valor, pero si no empezamos a ejecutar prácticas responsables no alcanzaremos jamás la juventud mínima que requerimos, seguiremos comportándonos como adolescentes caprichosos.
Tenemos cinco años antes de las próximas elecciones presidenciales para que los actuales protagonistas políticos logren institucionalizar sus partidos en base a claras propuestas que permitan que en el país prevalezcan los proyectos que beneficien a todos los peruanos a través de los años y por encima de los necesarios cambios en palacio de gobierno hasta lograr el objetivo trazado y no sean cambiados según el humor o color del gobernante de turno, es necesario que se respete por encima de las corporaciones, las cifras o las cuotas de poder la calidad de vida de cada uno de los más de 26 millones de peruanos, que decidamos educar a quienes no tienen la oportunidad de hacerlo y a quienes a pesar de gozar de todos los privilegios no les interesa educarse (a pesar de pasearse por los mejores colegios y universidades), un pueblo culto es un pueblo que difícilmente se deja engañar y va camino indefectible al progreso, dejemos ya de mirarnos por encima del hombre y con la nariz hacia arriba cuando nos cruzamos con alguien que viste de pobreza, que tenga color diferente al nuestro, que su lengua no pueda ser comprendida por nuestros educados oídos, se repite hasta el hartazgo que el país es un lugar privilegiado por su variedad en razas y culturas y sin embargo las rechazamos y menospreciamos, que sólo sirven para la foto de la excursión que será compartida en las redes sociales. No podemos aspirar a que nuestras autoridades tengan respeto por sus cargos cuando no nos respetamos nosotros mismos, cuando creemos que los demás deben someterse a nuestros privilegios y atropellamos los derechos ajenos, menospreciamos al policia que en su falso criterio se deja coimear con nuestra astucia, obligamos a nuestros empleados a trabajar sobretiempo con la excusa de la camiseta bien puesta y no pagamos por sus horas extras, tomamos las cosas ajenas sin esforzarnos por conseguirlas decentemente, cuando cuestionamos y condicionamos a los maestros de nuestros hijos solo porque pagamos la pensión del colegio, cuando les hacemos creer que tienen privilegios por encima de sus compañeros y merecen todo aquello que nuestro dinero pueda comprar.
La democracia y el camino para no encontrarse nuevamente en una encrucijada como esta parte de nosotros mismos, para elegir a quien nos pueda representar, para evitar que alguien sin las credenciales suficientes de decencia tenga siquiera oportunidad de presentarse como candidato, debemos involucrarnos con nuestra comunidad, que aportemos ideas, propuestas y ejemplos a nuestros círculos de sociedad. Exijamos el cumplimiento de los compromisos y leyes a nuestras autoridades con la misma autoridad de ser correctos, aprendamos a escuchar las necesidades de los demás y aprendamos a aceptar que no siempre el beneficio propio es el beneficio de todos.

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